México se presta al desarrollo de las energías renovables gracias a sus favorables condiciones geográficas. El país disfruta de alrededor de 300 días de luz solar cada año, y con más de 9,000 km de costa, existe un potencial significativo de crecimiento en otras formas de energía renovable.
El estado de Sonora en el norte de México ha sido identificado por la Universidad Nacional Autónoma de México como el que tiene el mayor potencial solar del país. Si solo el 1% de la tierra de Sonora se usara para proyectos solares, podría proporcionar suficiente energía para abastecer a todo México.
Recientemente, una ONG de defensa del clima llamada Iniciativa Climática Mexicana (ICM) desarrolló un programa de bonos solares para utilizar un porcentaje del dinero del programa de subsidio eléctrico para invertir en proyectos de energía solar.
En los últimos años, México ha experimentado un aumento en el número de proveedores de energía, lo que hace que el mercado sea más competitivo que antes.
El mercado es favorable para los proyectos de energía solar gracias a los bajos costos de los equipos, las sólidas políticas de energía renovable y varios programas nacionales de energía solar.
La generación in situ, también conocida como generación distribuida, ha ganado popularidad en México debido al desafiante clima regulatorio con respecto a los acuerdos de compra de energía.
¿Qué necesita una empresa para comenzar con la compra de energía en México? Por lo general, solo necesitamos la ubicación de las instalaciones y un año de facturas de servicios públicos para analizar las opciones viables de adquisición de energía para un cliente potencial.
Mexico Energy Partners ayuda a las empresas a mejorar la eficiencia energética, pero eso debe ir acompañado de un seguimiento y una gestión continuos. El monitoreo adecuado es la clave para garantizar que los planes de la gerencia se implementen con éxito para que los gastos de energía se mantengan bajos.
La cantidad de opciones de energía disponibles para empresas y consumidores se expandió dramáticamente en las últimas décadas, pero esas nuevas opciones también crearon nuevos riesgos.
Los usuarios finales y las empresas industriales a veces enfrentan el desafío de la falta de infraestructura de gasoductos que les impide el suministro de gas natural en México.
Aunque el entorno político presenta algunos desafíos debido a un aumento en la retórica nacionalista, la realidad de la situación energética actual de México podría dificultar que la Administración revierta las reformas tan rápido.
La crisis del coronavirus colocó a muchas empresas en la posición inusual de poder ahorrar cantidades significativas de dinero a través de una mayor eficiencia energética durante los cierres prolongados.