Las reservas naturales de calor de la Tierra son inmensas. El Instituto de Investigación de Energía Eléctrica (EPRI) ha estimado que la energía térmica almacenada debajo de la corteza continental es aproximadamente 5 millones de veces la electricidad global consumida. México está ubicado sobre el Anillo de Fuego, extraer calor de la tierra puede ser tanto económico como factible.

México ha estado utilizando la energía geotérmica durante décadas. Su primer pozo fue comisionado en 1959 y desde entonces la capacidad geotérmica ha tenido etapas de crecimiento significativas. Sin embargo, en la última década, la energía geotérmica ha estado en declive.

México está comprometido con la expansión de la energía geotérmica como parte de sus estrategias para alcanzar sus objetivos de energía limpia. Aunque la mayoría de los planes geotérmicos son propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) del estado, México ha implementado un conjunto de regulaciones que alientan a los desarrolladores privados a participar en el mercado eléctrico.

Regulaciones y Permisos

Una de las regulaciones más importantes para la industria fue la ley geotérmica de 2014. Esta ley permite al gobierno otorgar permisos y concesiones de exploración que pueden durar entre 3 y 30 años. Estos permisos y concesiones son prorrogables y transferibles pero no pueden venderse.

Los permisos de exploración requieren una garantía reembolsable del 1% del presupuesto total, mientras que la garantía de las concesiones de explotación es del 0,5% de la inversión total hasta la puesta en marcha. Esta ley ha mostrado resultados positivos. SENER ya ha otorgado seis concesiones de explotación y 25 permisos de exploración.

Los seis permisos de explotación consisten en cuatro concesiones de antiguas plantas: 570 MW Cerro Prieto, Tres Vírgenes de 10 MW, Los Azufres de 225 MW y Los Humeros de 94 MW; y 2 concesiones de nuevas plantas puestas en marcha tras la reforma: Domo San Pedro de 35 MW y Cerritos Colorado de 25 MW. La expansión más reciente en 2017 vio a Los Humeros aumentar su capacidad de 69 MW a 94 MM. Con la expansión de las plantas existentes y los 25 permisos de exploración, esperamos que México agregue 750 MW de capacidad instalada durante la próxima década.

Incentivos financieros

México también ha lanzado una serie de instrumentos financieros que facilitan la entrada de inversión privada. El Banco Nacional de Fomento otorga préstamos a desarrolladores geotérmicos y ofrece mecanismos de mitigación de riesgos durante la etapa de exploración.

El Programa de Financiamiento y Transferencia de Riesgo para Energía Geotérmica, lanzado en agosto de 2018, consta de préstamos blandos para tres componentes: mitigación de riesgo, exploración y desarrollo, y asistencia técnica. Busca desarrollar 300 MW de energía geotérmica en diez años y encontrar US$4.200 millones en inversión privada. Cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que le asignó un presupuesto total de US$108,6 millones.

Los nuevos desarrollos serán el resultado no solo de los instrumentos financieros, sino también de las actividades de I+D. A través del Fondo para la Transición Energética y el Uso Sostenible de la Energía (FOTEASE), la investigación en energía geotérmica cuenta con un presupuesto de USD 23,6 millones. De hecho, algunos resultados importantes ya han resultado de estos esfuerzos. 

México está colaborando con la Unión Europea en una convocatoria conjunta en energía geotérmica, con una inversión de EUR 20 millones, así como mediante la firma de un acuerdo de cooperación con el Clúster Geotérmico de Islandia.

Perspectiva positiva para los inversores

Todos estos esfuerzos prometen traer un gran futuro a la energía geotérmica en México. El gobierno ha establecido todos los ingredientes necesarios para lograr sus objetivos y expandir la energía geotérmica. Implementó el marco regulatorio, fijó instrumentos financieros y estableció mecanismos para llevar el conocimiento.

Las partes interesadas privadas y gubernamentales están comprometidas con el aumento de la capacidad geotérmica. Esperamos que México explote su vasto potencial geotérmico para reducir los precios de la electricidad y reemplazar las centrales eléctricas obsoletas.