Baja California’s once-promising geothermal sector has seen challenges in recent years due to a lack of investment. The Cerro Prieto power plant was commissioned in 1973 when it was named the second largest geothermal facility in the world.

La estructura energética de Baja California

La estructura energética de Baja California es diferente al resto de México, ya que funciona con una red eléctrica independiente, separada del sistema de red principal del país. A pesar del importante potencial solar y eólico, el estado continúa dependiendo en gran medida de la importación de gas natural de los EE. UU.

Con una población de más de 3.3 millones, que se espera aumente a 4 millones para el 2028, la demanda de energía en Baja California es alta y, sin embargo, su potencial para la producción de energía sigue sin explotarse en gran medida. El estado tiene un PIB de alrededor de US$28.7 mil millones, y se espera que crezca entre un 2% y un 3% anual gracias a su posición estratégica en la frontera de EE. UU. con California.

Potencial energético de Baja California

Baja California tiene un sector de energía geotérmica establecido desde hace mucho tiempo, que creemos que podría beneficiarse significativamente de la modernización. La región tiene el potencial para desarrollar 2000 MW de energía geotérmica de los 340 MW actuales a través de mejoras menores en sus instalaciones, como aumentar la utilización de energía en la red de transporte de fluidos y mejorar la eficiencia de sus operaciones. Por ejemplo, podría aprovechar el exceso de presión de vapor producido en algunas de sus plantas.

Creemos que el estado también tiene el potencial para aprovechar sus fuertes recursos eólicos y solares. México ha anunciado una meta nacional de 35% de generación de electricidad limpia para 2024 y consideramos que las inversiones en energías renovables en Baja California podrían contribuir en gran medida a cumplir esta meta gracias a su alto índice de radiación solar y energía eólica.

Pensamos que el estado podría producir 6,550 MW de energía solar y 3,495 MW de energía eólica. Pero, hasta la fecha, ha habido poco interés a nivel nacional en aprovechar los recursos naturales del estado, quizás porque el sistema de red desconectado significa que Baja no tiene el potencial para proporcionar energía al resto del país sin grandes inversiones en infraestructura.

Desafíos para el desarrollo

El sector geotérmico de Baja California, que alguna vez fue prometedor, ha enfrentado desafíos en los últimos años debido a la falta de inversión. La planta de energía de Cerro Prieto se puso en marcha en 1973 cuando fue nombrada la segunda instalación geotérmica más grande del mundo. Comenzó su vida con una capacidad instalada de 720 MW, aunque esta se redujo a 570 MW en 2011 cuando cuatro de las trece turbinas fueron desmanteladas por falta de vapor. Desde entonces, su producción ha caído a solo 340 MW.

A pesar del importante potencial de energía renovable de Baja California, el estado continúa dependiendo en gran medida del gas natural para su producción de electricidad, consumiendo 340 millones de pies cúbicos de gas natural por día en 2019. Alrededor del 93% de este gas se destina a mantener en funcionamiento el sector eléctrico, con 45% para el sector eléctrico público y 55% para el privado. Sin embargo, Baja California no produce gas natural, lo que significa que depende de las importaciones para satisfacer su demanda de energía.

Hay 14 centrales eléctricas a gran escala en operación en Baja, con una capacidad instalada total de 4,049 MW. Sin embargo, varias de estas instalaciones se encuentran bajo diferentes marcos regulatorios que creemos que dificultan la eficiencia de sus operaciones. Además, se exportan 1,102 MW de potencia a California, lo que proporciona a Baja California una capacidad instalada de 2,947 MW. Además, como no todas las plantas están en pleno funcionamiento, Baja California no produce suficiente energía para satisfacer su demanda máxima o sus necesidades energéticas proyectadas en línea con el crecimiento de la población.

Nuestra perspectiva

A pesar del fuerte potencial para el desarrollo de un fuerte sector de energía renovable en Baja California, vemos varios desafíos que incluyen la incertidumbre regulatoria, su sistema de red independiente, restricciones de transmisión y restricciones de títulos de propiedad. Creemos que hasta que se aborden los problemas de política en torno a la producción de energía, Baja California continuará dependiendo en gran medida de los EE. UU. y otras potencias extranjeras para proporcionar gas natural para satisfacer su demanda de energía.

La generación en sitio, también conocida como generación distribuida, es una opción viable en Baja California debido al desafiante clima regulatorio relacionado con las reformas energéticas. La generación distribuida en México se clasifica como cualquier sistema con una capacidad inferior a 500 kWp. La gran ventaja es que no se requieren permisos para los sistemas solares in situ de menos de 500 kWp. Esto reduce el riesgo de ejecución del proyecto y genera ahorros de hasta un 25% para el consumidor.

Las soluciones solares en sitio también ayudan a mitigar el riesgo de interrupciones en las operaciones comerciales debido a problemas de transmisión de la red. Varios factores, incluidos el clima, los desastres naturales y la demanda excesiva, pueden afectar el suministro de electricidad a una instalación. La generación solar in situ brinda a los consumidores industriales más confiabilidad y autosuficiencia al reducir la dependencia de la red eléctrica nacional.