Los desafíos del agua industrial en México
A medida que las industrias globales giran hacia el nearshoring, México se ha convertido en un destino favorito para reubicar las cadenas de suministro desde Asia. El contexto de la nearshoring amplifica los desafíos hídricos preexistentes en México, empujando a las partes interesadas locales y nacionales a impulsar soluciones innovadoras, reforzar políticas y aprovechar la tecnología para satisfacer la creciente demanda, particularmente en ciudades como Monterrey que personifican los beneficios de la nearshoring pero enfrentan escasez de agua.
Responsabilidad corporativa y colaboración gubernamental
La encrucijada entre el nearshoring y la gestión del agua industrial se manifiesta claramente en Monterrey. La ciudad muestra una creciente demanda de agua debido a la expansión industrial y requiere políticas locales aceleradas, intervenciones tecnológicas innovadoras y una eficiencia de extracción óptima para abordar los desafíos del agua.
Las conversaciones sobre la responsabilidad corporativa y la transparencia en el uso del agua han comenzado a cobrar impulso. Si bien las empresas buscan seguridad, infraestructura y energía renovable, también es fundamental que las entidades gubernamentales regulen el uso del agua en los procesos productivos. La responsabilidad de abordar los desafíos del agua recae más que sólo en las entidades industriales, es un esfuerzo de colaboración con el gobierno.
Proyectos hídricos clave en marcha
Un paso significativo hacia el alivio de los desafíos hídricos es el avance de proyectos hídricos cruciales bajo los auspicios de la autoridad mexicana del agua, Conagua. Con una cartera prioritaria de 93,500 millones de pesos (5,300 millones de dólares), la Conagua ha asignado 15 proyectos hídricos fundamentales, cinco de los cuales están a punto de finalizar este año. Estos abarcan una variedad de iniciativas, que incluyen acueductos, represas y programas de tratamiento de agua en varios estados mexicanos.
Por ejemplo, la presa El Zapotillo en Jalisco, preparada para suministrar agua a Guadalajara, refleja un paso notable hacia la mejora de la infraestructura de suministro de agua. De manera similar, el acueducto El Cuchillo II en Nuevo León, con un avance del 70%, apunta a saciar la creciente demanda de agua de Monterrey. El programa Agua Saludable para La Laguna entre Durango y Coahuila, la presa Santa María en Sinaloa y el distrito de riego Alejandro Gascón Mercado en Nayarit ilustran aún más los esfuerzos concertados de México para abordar la escasez de agua en medio de la ola de nearshoring.
Un cambio en la industria hacia el uso sostenible del agua
Las industrias pesadas, como las papeleras y siderúrgicas y las centrales eléctricas, que son importantes consumidores de agua, están ahora haciendo una transición hacia prácticas más sostenibles. Un ejemplo notable es el de la empresa siderúrgica argentina Ternium, que anunció una inversión de 3,200 millones de dólares en su planta de Nuevo León, integrando aguas residuales recicladas en los procesos de producción. Esto representa una tendencia creciente de la industria en la que se comparten e implementan las mejores prácticas globales para mitigar el uso del agua.
La evolución de las tecnologías del agua y las mejores prácticas compartidas entre industrias, incluidos los competidores, están impulsando un cambio de paradigma hacia la reducción de la huella hídrica. Las inversiones en tecnologías que controlan, monitorean, reducen, reutilizan y reciclan el agua no tienen que ver simplemente con la gestión ambiental sino con un enfoque pragmático, dados los altos costos asociados con el agua en México.
Creando un futuro sostenible
A medida que el nearshoring impulsa el crecimiento industrial en México, es indispensable abordar los desafíos del agua mediante una combinación de reformas políticas, innovación tecnológica y responsabilidad corporativa. Monterrey, entre otras ciudades, es un testimonio de las posibles recompensas y desafíos hídricos que se encuentran en la trayectoria del nearshoring, lo que subraya la necesidad de un marco de cooperación para asegurar el suministro sostenible de agua en todo México.