El potencial geotérmico
México ha estado produciendo energía geotérmica desde 1959 y tiene planes de expansión en apoyo de una transición verde en las próximas décadas. Las operaciones de energía geotérmica – el uso del calor aprovechado del núcleo de la tierra para generar energía – son más populares, a medida que los gobiernos de todo el mundo buscan desarrollar una gama más amplia de fuentes de energía renovables para descarbonizar sus economías. A medida que México diversifica su combinación energética, esperamos que la energía geotérmica desempeñe un papel importante en su transición verde.
La industria geotérmica de México
La energía geotérmica actualmente aporta entre el 1% y el 2% de la generación eléctrica de México. México tiene una capacidad instalada de generación de electricidad geotérmica de alrededor de 1,000 MW. Actualmente existen cinco instalaciones geotérmicas en México ubicadas en Baja California, Michoacán, Puebla y Baja California Sur, todas administradas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). También está el Domo San Pedro, de propiedad privada, en Nayarit.
En marzo de este año, el gobierno anunció una licitación para la perforación de seis nuevos pozos geotérmicos como parte de un proyecto exploratorio para expandir la industria. Alrededor de 51 millones de dólares en financiación para el proyecto provendrán del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Y, si tiene éxito, el BID proporcionará financiamiento a la CFE para construir una planta geotérmica a través de una línea de crédito.
Junto con otras fuentes de energía renovables, como la solar y la hidroeléctrica, se espera que la energía geotérmica contribuya en gran medida a la transición verde de México. Según la Estrategia Nacional para la Transición Energética y el Uso Sostenible de la Energía, el gobierno espera tener una capacidad de energía geotérmica de al menos 1,464 MW para 2050.
El potencial de México para la geotermia
México tiene una enorme cantidad de potencial geotérmico sin explotar. Encuestas realizadas por la CFE en la década de 1980 sugirieron que México tenía más de 1,600 fuentes termales y aguas termales, en más de 900 sistemas geotérmicos, en 26 estados. Alrededor del 50% de estas fuentes tenían una temperatura de entre 62 y 100°C, el 40% entre 100 y 149°C, y el 10% eran más frías que 62°C o más calientes que 149°C. Se estimó que si se desarrollara sólo el 0.1% de estos recursos se proporcionarían más de 40,000 MWth de capacidad instalada.
Aunque la gente ha utilizado el calor geotérmico, en forma de fuentes termales, para calentarse y bañarse durante siglos, aprovechar su poder para generar electricidad es mucho más reciente. Las innovaciones en la tecnología necesaria para acceder a este calor y transformarlo en electricidad sólo han surgido en las últimas décadas.
Ha habido una importante inversión insuficiente en el desarrollo de estas tecnologías, ya que los países de todo el mundo siguieron dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles. Pero a medida que los gobiernos de todo el mundo apuntan a una transición verde, recientemente ha habido un aumento en la inversión en el sector de la energía geotérmica, que esperamos fomente una mayor financiación para el potencial geotérmico de México.
Nuestra perspectiva sigue siendo positiva
Si bien gran parte del potencial de energía geotérmica de México sigue sin explotar, esperamos que el cambio global hacia lo ecológico fomente una mayor inversión en tecnologías geotérmicas en todo el mundo y proporcione más financiamiento para el desarrollo de los recursos geotérmicos de México. México tiene el potencial de producir grandes cantidades de electricidad limpia utilizando energía geotérmica y, si se desarrolla, esto podría ayudar a solidificar su posición como centro regional de energía limpia en las próximas décadas.