Plan de Acción Climática de Guadalajara
A fines de 2020, Guadalajara, la segunda ciudad más grande de México, lanzó su Plan de Acción Climática (PAC) en un intento por desarrollar una estrategia temprana para una transición verde. El CAP está alineado con el Acuerdo de París y la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de México y fue galardonado con el Premio de Acción Climática Global de las Naciones Unidas (ONU) en la categoría Líder Climático en la cumbre climática COP26. Creemos que la acción de la ciudad para frenar el cambio climático y la transición a lo verde establece un modelo a seguir para otras áreas metropolitanas de todo el mundo.
Estrategia de Guadalajara para la acción climática
El Plan de Acción Climática (PAC) de Guadalajara establece tres objetivos principales. El objetivo de la firma es lograr una metrópolis neutra en carbono basada en la gestión integral de residuos, la movilidad masiva no motorizada, el uso eficiente de la energía y el suministro de energía renovable. El segundo es crear una metrópolis inclusiva, sostenible y resistente al clima. Y el tercero es asegurar una metrópoli coordinada, participativa, incluyente y con liderazgo climático. El CAP incluye ocho estrategias para lograr estos objetivos, con 136 acciones planificadas para su implementación.
El gobierno de la ciudad planea expandir masivamente las rutas ciclistas en Guadalajara, de 237 km en 2021 a 436 km en 2024. Esperamos que esto anime a las personas a reducir el uso de automóviles y mejorar la salud pública. Hasta la fecha, se cree que la construcción de nuevas ciclovías ha reducido 17 millones de viajes en automóvil, o el equivalente a 1,000 toneladas de emisiones de carbono cada año. Esto se ha visto respaldado por el desarrollo de la primera ruta de transporte público totalmente eléctrica de la ciudad, en la que circulan 38 autobuses.
El Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía
Los municipios de Tlaquepaque y Tonalá de Guadalajara tienen representantes en el Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM). La organización financiada por la UE proporciona la mayor representación de ciudades y municipios que luchan contra el cambio climático en el mundo. Incluye representantes de 10,700 ciudades en 140 países, cubriendo alrededor del 11% de la población mundial.
El GCoM ha apoyado el progreso en la lucha contra el cambio climático en otras ciudades mexicanas, incluidas Bahía de Banderas, Ciudad Madero, Culiacán, Juárez, Chihuahua, Mérida y Puebla.
Objetivos climáticos ambiciosos presentan oportunidades
En la urbanización de Guadalajara, que ha pasado de ser una región principalmente agrícola a una metrópoli urbana durante varias décadas, se han alterado varios cursos de agua y se han perdido muchos ecosistemas. La ciudad está bajo amenaza de derrumbes en asentamientos irregulares, donde vive mucha población de escasos recursos. El gobierno planea desarrollar un sistema sostenible de gestión del agua para apoyar a la población urbana. Una forma es mejorando la calidad del agua en el río Santiago, uno de los ríos más contaminados del país. Además, Guadalajara hará un mayor uso de sus fuentes de agua subterránea.
El gobierno de la ciudad también tiene como objetivo reducir la contaminación del aire mediante la introducción de regulaciones más estrictas sobre el consumo de energía, el transporte público y privado y la gestión de residuos en las próximas décadas. Creemos que controles más estrictos en estos sectores, así como incentivos financieros para la adopción de tecnologías de energía verde, podrían respaldar una transición verde exitosa en la ciudad.
Aproximadamente el 37% de la población de México reside en 10 áreas metropolitanas en todo el país. Creemos que la adopción de la estrategia CAP de Guadalajara en otras áreas urbanas podría ayudar a garantizar un enfoque nacional más cohesivo para abordar el cambio climático.
Nuestra perspectiva sigue siendo positiva
Esperamos que la implementación del Plan de Acción Climática de Guadalajara ayude a la ciudad a reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de sus residentes, mientras que, en última instancia, apoya la lucha contra el cambio climático. Si tiene éxito, creemos que la estrategia podría replicarse en otras áreas urbanas de México, así como en otras partes de América Latina.